Primer viaje en Rumania - Gargantas de Bicaz y Lago Rojo

Ya he realizado mi primer viaje dentro de Rumania. He ido junto con los otros dos españoles (Alberto y Roberto) y con el rumano Bogdan, a ver el Lacu Rosu, que en español es algo así como el Lago Rojo. Es un lago de origen natural que se encuentra en las montañas. En los Carpatos. Al parecer hace unos cuantos años, había un río que pasaba por allí, con muchos árboles alrededor (como es habitual por ahora en los bosques de Rumania). Ocurrió algo, no se muy bien el que. Cuando te explican algo en el extranjero, usen la lengua que usen, siempre se pierden cosas por el camino, o por lo menos a mi me pasa eso. El caso es que la tierra se hundió, y todo lo que ahora es el lago, se lleno de agua. Han quedado allí los troncos de los árboles que antes estaban al borde del río. Están petrificados o algo así. Es una bonita estampa. Aunque hemos estado allí, si queremos ver el lago, tendremos que ir cuando llegue el buen tiempo, pues ahora todo estaba cubierto por una gran capa de nieve. Entre un metro y un metro y medio de espesor. Aun así se veían asomar algunos troncos por encima del nivel de la nieve.
Hubo quien se aventuro a cruzar el lago. Nosotros solo nos atrevimos a caminar un poco por encima del hielo, en la orilla del lago. Ya que no sabíamos cual era el espesor del hielo, aunque el de la nieve era grande como ya he dicho.
Antes de llegar al lago había otro precioso paraje llamado las gargantas de Bicaz. Es una especie de desfiladero por el que hay que pasa la carrera. En el hay unas paredes de roca inmensas, a ambos lados del camino.
El sábado, para ir desde la estación de tren en Bicaz, hasta el lago, nos fuimos en un taxi. En el último tramo, antes de llegar al pueblo, tuvimos que bajar del taxi y empujarlo, pues no podía subir. Una vez que cogió carrerilla, y disminuyo algo la pendiente, la cosa ya fue mejor.
En esta época del año, los turistas que vienen por aquí, creo que son muy pocos. Nosotros nos hospedamos en un pequeño hostal de unas 20 habitaciones, donde nos cobraban a 150.000lei por cama y noche. El cambio está a 35000lei = 1€. Es fácil echar la cuenta, así que hacedlo vosotros por mí.
Por la noche y después de cenar nos fuimos a dar una vuelta, para ver si había algo además de nieve en este pequeño pueblo a orillas del lago. Durante un buen rato no encontramos otra cosa, así que nos dedicamos a hacer un poco el burro en la nieve como buenos españolitos (Bogdan a veces se quedaba asustado). Cuando ya casi nos dábamos por vencidos, se puede decir que escalamos hasta llegar a la biserica (es iglesia en rumano). Desde allí nos disponíamos a realizar el último descenso por la nieve e irnos a la pensión a dormir. Pero hete aquí, que en ese momento oímos la llamada del señor…. Perdón, esto ultimo es de otra película, creo que es de mi etapa en el colegio de curas. En realidad lo que oímos fue la música de la discoteca del pueblo, he he. Y para allá que nos fuimos.
Tenía dos plantas. Abajo era un bar-merendero, donde había algunas personas, suponemos que del lugar. Pedimos unas cervecitas, de medio litro cada una (a 25000lei) y nos subimos a la parte de arriba. Allí estábamos, los cuatro magníficos, con toda la pista para nosotros solos. Poco después y animados por los siempre entusiastas españoles subieron algunos de los que estaban abajo a hacernos compañía. El pincha que era tan simpático como persona como malo en su oficio, se ofreció a ponernos la música que quisiéramos. Después de dos cervezas, y un buen rato para pasarlas, decidimos irnos a casa para poder aprovechar bien todo el día siguiente.
No vimos ningún oso. Creo que en esta época están durmiendo, los que no se han cargado nuestro rey o el presidente del Madrid. Según tengo entendido, estos son algunos de los que vienen por estas tierras a … no se como llamarlo.
Lo que si que vimos desde el tren, es un montón de empresas que se dedican a la madera. Unas más rudimentarias y otras más modernas. La verdad es que aquí los bosques, por ahora, son muy grandes. Y al parecer la madera es uno de los mayores negocios de aquí. Pero de lo que no estábamos seguros ninguno de nosotros, y Bogdan menos aun, es de si estos bosques eran repoblados una vez que los iban talando, o si por el contrario siguen la estrategia que proponía Bush para evitar los incendios… creo que era algo así como: si no hay árboles, no habrá incendios.
Por lo demás, la gente sigue siendo muy amable con nosotros, tanto los conocidos, como todos aquellos desconocidos que nos encontramos por el camino.
A todo esto, para que os hagáis una idea, un fin de semana en la nieve, a unos 100km de donde vivimos: alojamiento, transporte y comida por unos 700000lei. Ya veréis las fotos a mi regreso.
Un saludo de kaskos.